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Observar la ingestión de fluoruro de los bebés
El agua tratada con fluoruro y añadida a la papilla del bebé puede ponerle a éste en peligro de contraer fluorosis dental, según lo ha indicado la Academia de Odontología General.

Aunque el agua y todos los alimentos tienen una cantidad de fluoruro natural, los dientes en desarrollo del bebé manifiestan una sensibilidad mayor a niveles más altos de fluoruro. La fluorosis, condición cosmética inofensiva que produce motas de color café o amarillentas en el esmalte, puede darse si el niño está expuesto con regularidad a niveles de fluoruro superiores a 1 ppm (partes por millón).

Aunque la leche materna y la mayoría de las papillas comerciales tienen niveles de fluoruro que ofrecen seguridad para el bebé, los padres deben tener cuidado con los concentrados de papilla a los que hay que añadir agua. Las fuentes y pozos de agua corriente a menudo tienen niveles de fluoruro superiores a 1 ppm.

Para diluir los concentrados de papilla, se recomienda usar agua destilada embotellada de contenido bajo de fluoruro (la etiqueta suele indicar “purificada” o “agua destilada para el bebé”), o agua corriente pasada por un filtro doméstico integrado de osmosis inversa que quite la mayoría del fluoruro.

“Si el niño tiene motas de color café en los dientes, se le debe llevar al dentista para determinar si se trata de fluorosis”, indica James Tennyson, DDS, dentista portavoz de la Academia. “Podría tratarse de caries, en cuyo caso es posible que se le receten al niño suplementos de fluoruro”.

“Si se corrige al niño la fluorosis en los dientes de leche, es probable que no haya dificultades cuando le salgan los dientes permanentes a la edad de cinco o seis años”, señala el doctor Tennyson.

El doctor Tennyson también recomienda comprobar el nivel de fluoruro del agua corriente empleada; para ello se debe tomar una muestra en un recipiente esterilizado y llevarla al departamento local de sanidad o de agua. Cabe la posibilidad de que el dentista pueda hacer la prueba de la muestra si la clínica dispone de un colorimetro con el que determinar la concentración por medio de comparación con un estándar.